
Antes de hablar del gresite y todas sus ventajas, vamos a retroceder en el tiempo para conocer sus orígenes.
En Cerámicas KEOPS nos gusta entender de dónde viene el gusto por este tipo de revestimiento y hoy, queremos compartirlo contigo 🙂
Nos podemos remontar al tercer milenio a.c, para encontrar los primeros mosaicos hechos a partir de teselas. Se trata de pequeñas piezas de piedra, cerámica, vidrio o cualquier material natural.
El corte de los materiales siempre ha sido diferente. Por ejemplo, en el caso del vidrio, se hacía en formas cuadradas.
Estos primeros modelos casi abstractos, sirvieron de base para los modelos de mosaicos desarrollados miles de años después en la antigua Grecia. Fueron precursores del arte del mosaiquismo con teselas de mármol y piedra caliza. El Imperio Romano lo llevó a su esplendor con temas variados de divinidades, mitología y vida cotidiana.
Tras su importante paso por el arte bizantino y la Edad Media, fueron los modernistas quienes lo revivieron y prepararon el camino para el mosaico contemporáneo.
El mosaico de vidrio o gresite, es el más rico en variedad de colores y formatos, con acabados brillo y mate y la particularidad de ofrecer profundidad y un brillo absoluto que le dará un estilo elegante y limpio.
El gresite piscina está diseñados para resistir la humedad y repeler bacterias u hongos y gracias a su composición y baja absorción, son un material muy fácil de limpiar; por ello son una de las opciones más populares cuando buscamos un material para revestir el vaso.
Además, el gresite piscina se adapta a todo tipo de formas y de estilos, ya que encajan con las superficies curvas y algo más irregulares de la misma forma que a las piscinas convencionales rectangulares.
El gresite es un acabado antideslizante, que apenas absorbe el calor del sol ni tampoco se enfrían en exceso por la temperatura del agua.
Es una gran inversión a largo plazo, ya que con un buen mantenimiento la longevidad de un mosaico de piscina puede extenderse por un largo periodo. Es resistente a los materiales químicos utilizados en el agua de la piscina, así como a la posible vegetación que pueda generarse o a la absorción de agua.
Cómo elegir el gresite para baños
La decoración con gresite para baños permite crear ambientes elegantes y a la vez originales, en una de las estancias en donde más horas pasamos durante el día.
En cualquier caso, ofrece un aspecto diferente en su imagen y que lo hará completamente irrepetible a cualquier otro ambiente, con diferentes tamaños, tonalidades y hasta combinaciones.
Si se desea crear un escenario especial y exótico, habrá que decantarse por los mosaicos que imitan los estilos árabes.
Son realmente atractivos y producirán unos efectos muy relajantes para la vista.
Se trata de piezas más trabajadas y habitualmente más caras, pero merecerá la pena para trasladar el baño a otras épocas.
Muchas fábricas, como Bisazza, realizan decoraciones personalizadas. Se pueden hacer por ordenador o de forma manual.
Dentro de la denominación gresite se pueden englobar todos los formatos pequeños (desde 1×1 hasta 3×3) y además del vidrio se incluiría también el mosaico porcelánico (Cinca), material cerámico (Appiani) y la piedra natural (Litho´s). Normalmente viene enmallado para facilitar su colocación.
Factores a tener en cuenta al instalar el gresite: (¿»con qué se pega el gresite?», etc)
Estos son los materiales necesarios que tendrás que tener a mano cuando vayas a colocar el gresite:
- Piezas del mosaico
- Elementos de fijación (adhesivos y rejuntes)
- Dispositivo de lechada
- Llana (ver qué tipo de llana se necesita ya que dependerá del tipo de trabajo que se vaya a hacer)
- Nivel láser
- Esponja
- Cubo con agua
- Sellador de enlechado
Es importante antes comprobar el estado de la superficie en la que se va a colocar el mosaico. Para ello hay que tener en cuenta si es lo suficientemente resistente para aguantarlo, si tiene grietas o irregularidades o si hay humedades o moho.
El muro no presentará defectos en su planimetría que sean superiores a 2 mm.
La importancia del rejuntado de los azulejos
Una vez esté seco el adhesivo, pasaremos a rellenar las juntas del gresite, para protegerlos y sellarlos bien. Dependiendo de los espacios que haya entre ellos, habrá que elegir un rejuntado distinto.
La extendemos sobre una pequeña superficie que permita trabajar sin que se seque antes de terminar. Después hay que dejar que se endurezca y con la ayuda de una esponja húmeda se retira el exceso con cuidado.
Al finalizar el secado (unas 24h) se sella la zona con un sellador para evitar que estas zonas se llenen de humedades o moho.
Con este último paso ya se habrá conseguido colocar un mosaico correctamente. Este es un proceso complicado y que, si no se tiene experiencia, se debería poner en manos de profesional.
Contar con un experto en colocar mosaicos permitirá saber que ha sido bien instalado y ahorrar futuros problemas.