
Antes de pasar a desglosar toda la información que debes tener en cuenta a la hora de elegir un mortero o cemento para un proyecto, es importante resaltar las diferencias entre uno y otro concepto. ¿Son lo mismo? En caso negativo, ¿en qué se diferencian?
En primer lugar, el cemento es un conglomerante que contiene caliza y arcilla, las cuales se muelen formando una mezcla de color grisácea que cuando se combina con agua, se endurece formando una masa sólida apta para permitir la unión de la mayoría de los elementos de construcción.
Por su parte, el mortero es más similar al hormigón. En este caso, la mezcla de cemento, agua y otros aditivos que favorezcan la adhesión, junto a la arena fina, ofrece un material utilizado siempre y cuando no se utilicen para construir pavimentos.
Por ello, el uso del mortero es recomendable para fijación de ladrillos, recubrir paredes y otros usos similares.
¿Cómo elegir un buen mortero para construcción?
Como decíamos anteriormente, el mortero permite emplearse en distintas fases de la edificación. Todo ello, junto a los distintos tipos que existen, permite que las posibilidades de trabajo se multipliquen exponencialmente.
Si se quiere tener en cuenta características de un buen mortero, hay que tener en cuenta:
- Durabilidad: ¿cómo le afectan los agentes externos? Es importante que la temperatura, el agua, la abrasión u otros factores no deterioren sus condiciones fisicoquímicas.
- Apariencia: no es la propiedad más importante, ya que hace referencia a su aspecto durante la obra. Eso sí, sí que es destacable la colocación y el acabado que pueda darse a la superficie donde se coloque.
- Resistencia: ¿Qué cargas debe soportar este material? ¿Debe ser un mortero seco o húmedo? Los expertos recomiendan un mortero seco en obras que necesiten cargas altas para garantizar, así, la estabilidad de la construcción.
- Endurecimiento: ¿cuánto tiempo tarda en fraguar el mortero desde el principio y el final? Siempre debe estar cumpliendo el procedimiento operatorio que figura en la Norma Europea UNE-EN 480-2.
- Manejabilidad: ¿consistente o inconsistente? ¿Duro o blando? La facilidad de colocar esa mezcla deberá estar siempre relacionada con el tipo de obra en la que se instala (mucha carga o carga inferior).
- Retención de agua: otro factor muy importante a la hora de elegir un mortero. ¿Por qué? Hace referencia a la capacidad que tiene de mantener su plasticidad cuando entra en contacto con la superficie absorbente. Esta retención de agua afecta, directamente, a que el mortero endurezca, más o menos rápido, y que su resistencia sea mayor o menor.
- Otra propiedad destacada para tener en cuenta es la retracción. Se trata de un fenómeno, desconocido para la mayoría, que se origina a causa de las reacciones químicas de hidratación de la pasta. ¿Cómo evitarlo? Con la arena, que reduce los cambios de volumen. Por ello, los expertos recomiendan morteros con una baja retracción al secado.
- Adherencia: al unirse con la estructura, el mortero de absorber tensiones que pueden determinar si resisten tensiones transversales, excéntricas o pandeo.
Desde Cerámicas KEOPS te recomendamos la utilización de los productos de Mapei. En concreto, el mortero Ultracolor Plus. Se trata de un producto que está formado por una mezcla de aglomerantes hidráulicos.
En concreto, este mortero garantiza que la uniformidad de los colores no quede puesta de manifiesto en ningún momento.
Para ello, Mapei cuenta con dos tecnologías especiales que hacen de este producto uno de los más recomendables para obras y reformas:
–BioBlock: permite que las moléculas orgánicas se distribuyan en la junta impidiendo la formación de los responsables del cambio.
–DropEffect: Neutraliza la absorción de agua superficial.
¿Cómo elegir un buen cemento para construcción?
El cemento, utilizado habitualmente como aglomerante, suele trabajarse en suelos donde es necesario tener una superficie lisa y sin ningún obstáculo. También, de forma habitual, para fabricar baldosas.
Los tipos de cemento más habituales son los siguientes:
–Cemento gris: destaca por una alta adherencia y resistencia que hace que sea el idóneo para la mayoría de los trabajos.
–Cemento blanco: menos resistente y más habitual verlo mezclado con aditivos y pigmentos. Se suele emplear para morteros de cal y en acabados decorativos.
–Cemento rápido: Su dureza y fraguado es bastante superior a la del cemento gris o blanco. Normalmente, se utiliza cuando es necesario hacer reparaciones en zonas en contacto con el agua. Una variante más resistente del cemento gris.
Si buscas un cemento ideal para nuevos proyectos, en Cerámicas KEOPS trabajamos con un adhesivo de altas prestaciones, sin deslizamiento vertical y diseñado, especialmente, para baldosas de cerámica. Se trata de Keraflex maxi, perfecto para espesores comprendidos entre los 3 y los 15 mm.
Este producto, deformable, también está indicado para colocarse en gres porcelánico y piedras naturales de gran tamaño.
Se caracteriza por una baja viscosidad, algo que facilidad su trabajo. ¿El resultado final? Endurecimiento de la superficie sin retracciones importantes (incluso con espesores elevados).
Muchas veces se escatima en el elegir el mejor cemento y las consecuencias son desastrosas. Afortunadamente cada vez más los instaladores profesionales siguen las recomendaciones de los fabricantes y utilizan adhesivos y cementos de calidad